martes, 29 de septiembre de 2009

La muerte de Canelle

Muerte de Cannelle
La última osa autóctona, Cannelle, ha sido eliminada por unos “cazadores ” en el municipio de Urdos y su osezno ha desaparecido. En “defensa propia” según los, por ahora anónimos, “cazadores”. Para abordar “el suceso”, se deben analizar las claves de lo que en los últimos años está ocurriendo en el Pirineo en torno al futuro del Oso.
En 1995, cuando sólo quedaban en los Pirineos 5 ó 6 osos, la UE puso en marcha un programa, LIFE, para su recuperación, y en su aplicación el Gobierno francés procede en 1997 a la suelta de 2 osas y un oso procedentes de Eslovenia en la vertiente norte del Pirineo Central.
En 1998 debían de haberse soltado otras dos osas muy cerca de nuestro territorio, en Bearn. La suelta se pospuso para el año 2000Š y finalmente, se viene barajando la próxima primavera del 2005. Esta iniciativa ha sido en todo momento demandada por las propias instituciones locales bearnesas, y los retrasos en su aplicación se han debido a la oposición y presiones de una minoría vinculada teóricamente a la caza.
Hace ahora un año, en un acto sin precedentes, todas las asociaciones y entidades que trabajan el tema del Oso en el Estado francés firman un manifiesto dirigido al Gobierno de París en el que le urgen para continuar con el programa de suelta de osas.
A Cannelle, última osa en el Pirineo Occidental, la matan en vísperas de la previsible suelta de dos osas y en pleno debate social sobre el futuro del Oso pirenaico. ¿Casualidad?
Existen dos supuestos: el accidente cinegético o un furtivismo premeditado; los dos deben ser investigados.
De ser un accidente, el hecho debe poner a debate, como viene ocurriendo en la Cordillera Cantábrica, la legalidad y oportunidad de las batidas de caza en las zonas oseras.
No seré yo (cazador desde chaval) quien cuestione la caza. Si la administración pública gestionase las especies que son de su competencia como lo hacen algunos Cotos de Caza con las que son de la suya, sin duda alguna habría muchas menos especies en peligro. En una zona osera una cosa es la caza controlada, al acecho, selectiva, y otra diferente la moda de los últimos años de organizar batidas más similares a escaramuzas bélicas en Sarajevo.
De tratarse de un nuevo caso de furtivismo premeditado, se deben exigir responsabilidades. Tenemos derecho a saber quién disparó a la osa Cannelle, los nombres y apellidos de los 6 individuos que participaron en la batida ilegal, si son realmente residentes pirenaicos en Urdos o si son de esos jetas “de pueblo” dominicales (para cazar) que viven y trabajan en la ciudad.
Fueron dos “cazadores” guipuzcoanos quienes abatieron otra osa en 1981 en la vecina Selva de Oza (Aragón), y “pamploneses de pro” había entre los “cazadores” de Garde que mataron un oso en 1989, o entre los de Salazar y Roncal que salieron en su día a por CamilleŠy sean de donde sean son furtivos, escopeterosŠcon todas las consecuencias.
En ningún caso es aceptable que una minoría vuelva a imponer, incluidas las amenazas, la ley del silencio y que las administraciones miren para otro lado. No se conoce hasta la fecha ni un solo caso de persecución de furtivos en el Pirineo. Sin irnos muy atrás, impunes siguen quienes mataron un oso en Ansó y otro en Hecho en 1994, una osa en Borce en 1994, la osa Melba en 1997Š
En la actualidad no se matan osos para proteger los ganados y hablar del Oso es mucho hablar. El Oso se ha convertido en víctima de otros intereses. Su supervivencia representa un modelo de gestión del territorio opuesto a intereses e intrigas desarrollistas. No es casualidad, por ejemplo, que financiando la Oposición al Oso en el Valle de Arán estuviese un alcalde con intereses inmobiliarios en la ampliación de la estación de esquí de Baqueira, o que aquí alguien pagase un millón por la muerte de CamilleŠ ¿De ahí la impunidad?
En cualquier caso, accidente o furtivismo, la muerte de Cannelle y posiblemente la de su osezno, hacen más urgente si cabe la suelta de osas en el Pirineo Occidental, el nuestro. Si no lo hacen las instituciones competentes, deberemos ir pensando en que sea la iniciativa social quien subsidiariamente traiga y suelte las osas. Porque de una forma o de otra, la realidad ha superado el viejo debate «oso sí­oso no», y el oso viene, está ahí y formará parte del futuro pirenaico como lo formó de su pasado. Así lo demanda, donde ha habido debate y transparencia, la inmensa mayoría de sus habitantes y quienes sin vivir en él vivimos el Pirineo. -

Fernando BIURRUN

1 comentario:

  1. Fernando, desde el 2014 quiero decirte que el osezno sobrevivió (cosa que ya sabrás), y que solo te falta colgar las armas y aficionarte a la fotografía para ser mi héroe. Un abrazo como de oso pardo!
    Ane

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