En el mes de abril aparecieron los restos de un oso pardo en el Parque Natural de Fuentes Carrionas (Palencia) en una zona donde, en los últimos diez años, se han encontrado los cadáveres de otros tres osos envenenados y uno más disparado.
Así dicho podría parecer que la zona descrita es, al estilo de los elefantes, un santuario donde nuestros plantígrados deciden morir cuando les llega su hora. Hasta puede que este supuesto argumento sirviera para elaborar un documental a algún sesudo experto en osos.
La cruda realidad y sobre todo los análisis toxicológicos practicados, muestran que en este espacio de apenas dos kilómetros de extensión hay un grave problema con el veneno, pues todos los ejemplares encontrados habían ingerido una importante cantidad de tóxico antes de morir. En este caso el veneno utilizado en grandes dosis ha sido el Aldicarb.
Como en los casos anteriores de osos pardos encontrados muertos dentro del Parque Natural, se dio traslado al Juzgado de Instrucción de Cervera de Pisuerga donde se practican las diligencias de este asunto.
En esta ocasión, como novedad más llamativa, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León nos ha sorprendido, por estos motivos principalmente:
A finales de mayo el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Palencia conocía el envenenamiento, pero el informe de tóxicos enviado al juzgado ha sido remitido directamente por el Laboratorio Forense de Vida Silvestre (LFVS) de Madrid a finales de septiembre, por un requerimiento que hizo el propio juzgado instructor a petición de Ecologistas en Acción. Leer la noticia completa
No hay comentarios:
Publicar un comentario