Los expertos creen que Hvala, Sarousse y quizá Caramelles han tenido cachorros
De confirmarse la cifra, esta sería la mejor temporada del plan de reintroducción
2-05-2009 EL PERIÓDICO - LLEIDA
Faltan aún unas semanas para que abandonen definitivamente las madrigueras, pero todo apunta a que este año la colonia de osos del Pirineo estará de enhorabuena. La población osera de la cordillera podría haber incorporado nuevos ejemplares, hijos de las eslovenas Hvala y Sarousse, liberadas por Francia en el año 2006 y prácticamente residentes en el Vall d'Aran. Hay quien no descarta que también Caramelles, una osa ya nacida en las montañas pirenaicas --aunque hija de los también eslovenos Pyros y Melba--, puede haber parido nuevas crías. De confirmarse las tres camadas, esta sería, y de largo, la mejor temporada de oseznos en el Pirineo desde que se puso en marcha, en 1996, el programa europeo de reintroducción del oso pardo.De momento, los osos nacidos este invierno se mantienen en las cuevas donde fueron alumbrados, a la espera de que las madres, que terminaron la hibernación a mediados de marzo, les vayan llevando la comida. Cuando las crías salgan al exterior, serán ya capaces de corretear y valerse por sí mismas, aunque seguirán al menos un año más junto a sus progenitoras, antes de independizarse y tomar su propio rumbo.Será pues dentro de un tiempo, cuando las temperaturas sean ya más suaves y los días se alarguen, cuando los técnicos podrán confirmar cuál ha sido el incremento de la población de osos pirenaicos. La expectación es alta, aunque los expertos llaman a la prudencia. "No sabemos todavía si las crías nacieron vivas y, de ser así, si están sanas. También desconocemos el número de cachorros que ha tenido cada osa, ya que cada camada puede oscilar entre uno y tres ejemplares", indicaron ayer fuentes próximas al equipo de seguimiento del oso.
TRISTEMENTE FAMOSA
De lo que no tienen prácticamente dudas los especialistas es de que Hvala, la osa que se hizo tristemente famosa el pasado otoño por un ataque a un cazador aranés, estaba preñada cuando empezó el periodo de hibernación el pasado noviembre. Otro indicio que confirmaría su reciente maternidad es que el animal apenas se ha movido esta primavera de una zona de abetos situada en las montañas de Les (Vall d'Aran), por lo que los expertos han deducido que tiene algún cachorro en la madriguera y que, por eso, apenas se aleja de ella.
Hvala --que ya estaba embarazada cuando fue reintroducida hace tres años-- es madre de otros dos osos nacidos en el 2007 en el Pirineo, que fueron bautizados con los nombres de Pollen y Bambú y que el verano pasado abandonaron su compañía.
En los últimos días, además, el equipo encargado del seguimiento de los plantígrados ha dejado entrever la posibilidad de nueva descendencia por parte de Sarousse, un ejemplar de 10 años, que habita entre Aran y los valles franceses de Luchon y el Alto Garona, informó ayer el diario La Mañana de Lleida.Las informaciones sobre Caramelles son menos concisas, pero no es descartable que la osa, que ya fue avistada en compañía de cachorros en el 2001 y el 2003 --y posiblemente también en el 2006, aunque este caso no se acabó de confirmar--, haya vuelto a ser madre. Más improbable, en cambio, es que lo haya sido Giva, la primera osa eslovena reintroducida en el Pirineo en 1996 y que tiene ya una edad avanzada. Ambas viven también en el Pirineo central y se han dejado ver esporádicamente por las montañas catalanas.
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