jueves, 25 de junio de 2015

Una osa con cría en el valle de Benasque

El pasado 21 de Junio varios turistas pudieron contemplar atonitos y grabar en video a una osa con su cria en el parque natural Posets-Maladeta, en el Pirineo aragonés.
Según los expertos los animales proceden del cercano valle de Arán, pero su comportamiento y las circustancias de la cita (a pleno día en una zona descubierta y frecuentada por humanos) indicaría que está huyendo probablemente de un macho.

Resultado de imagen de osa en benasque


Los avistamientos de ejemplares de oso pardo en el Parque Natural de Posets Maladeta durante el pasado fin de semana son una consecuencia esperable fruto del aumento de la población de este mamífero en el Pirineo, aunque la zona del Alto Ésera donde se han producido, en el Valle de Benasque, no puede considerarse por el momento una zona de presencia estable de ejemplares.

De acuerdo con los datos recopilados en las reuniones de coordinación e intercambio de información habituales entre el conjunto de las administraciones pirenaicas implicadas en su conservación, en 2014 la población de osos en el conjunto de la cadena pirenaica se cifraba en 34 ejemplares, repartidos en dos núcleos uno oriental y otro occidental.

Con datos hasta diciembre de 2014, el núcleo oriental concentra a la mayoría de los ejemplares, 32, que campean fundamentalmente desde el río Garona, en el Valle de Arán, hasta cerca de Andorra, con tendencia a expandirse fundamentalmente hacia el este. Este núcleo es el único que contribuye realmente al crecimiento de la población, habiendo pasado de 22 ejemplares en 2012 y a los 32 contabilizados en 2014

Esta tasa de crecimiento se fundamenta en el número de osas con crías: el año pasado se detectaron 3 hembras a las que recientemente ha debido sumarse una más, localizada con oseznos ya de un año de vida. La osa Sarousse, asentada en la Alta Ribagorza desde 2010, forma parte de esta subpoblación, aunque no parece haberse reproducido nunca.

También forman parte de esta subpoblación los osos detectados en el Parque Natural de Posets-Maladeta este fin de semana, aunque parecen haber desplazado su actividad más al oeste de lo habitual.

Por su parte, la subpoblación occidental es, sin duda, la más amenazada, sin viabilidad posible a corto-medio plazo ya que está constituída por solo dos ejemplares machos que se mueven entre Francia (al oeste de Gavarnie), el valle navarro de Roncal y los aragoneses de Ansó y Hecho.

Los avistamientos del fin de semana

A partir de los datos de los avistamientos producidos el pasado fin de semana, y de la información que hasta el momento ha podido recabarse, la DGA aún no ha podido concluir si son dos o tres los ejemplares realmente detectados. "Los vídeos divulgados por prensa y redes sociales están captados en localidades muy próximas entre si, y aunque en uno de ellos se muestra un solo ejemplar, cabría la posibilidad de que el osezno que aparece claramente en el otro vídeo estuviese oculto o pasase desapercibido en la toma. Tampoco puede aclararse por el momento cual ha sido el motivo que les ha hecho acercarse al Alto Ésera desde su localización más habitual", señalan.

Dada la época del año, barajan dos hipótesis. La primera de ella apuntaría que ambos avistamientos corresponderían al mismo ejemplar adulto, una hembra, acompañado por un cachorro nacido el pasado invierno que, "alertada por algún motivo, se habría desplazado circunstancialmente desde el Valle de Arán, en la vertiente norte, a la vertiente sur, mucho menos propicia para su estancia habitual al tratarse de pastizales abiertos con muy poco refugio".

Los miembros del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente también contemplan la posibilidad de que la hembra con su cría haya sido desplazada hacia el sur desde la zona de reproducción en el Valle de Arán, por la instigación y molestias provocadas por un ejemplar macho en celo, "que bien podría ser el que aparece en el vídeo que muestra aparentemente un ejemplar solitario".

En cualquier caso, la DGA considera que la hembra que aparece en la imagen con su cachorro de este año sería una de las de más de media docena de osas que este año estaría en disposición de criar, en el núcleo oriental. Para ellos, lo realmente destacable es que aparezca al oeste del río Garona, fuera donde se concentra el grueso de la población osera y la mayoría de las hembras con crías.

Actuaciones del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente

Desde el momento en que se dieron a conocer los avistamientos de los ejemplares de oso pardo, personal del Gobierno de Aragón (Agentes para la Protección de la Naturaleza y Vigilantes de Especies Catalogadas) se han desplazado a la zona del encuentro con la finalidad de recopilar más datos, básicamente a través del hallazgo de rastros como excrementos y pelos, con la intención de proceder a la identificación de la hembra mediante técnicas genéticas.

A este respecto, es muy importante el trabajo coordinado que desde hace años se desarrolla entre los técnicos aragoneses, catalanes y franceses, con quienes ya se ha intercambiando información sobre el caso.

Desde otro punto de vista, tanto en los valles occidentales, como en el entorno del Turbón, la DGA ha realizado varias actuaciones para compatibilizar la ganadería con la presencia del oso pardo, a través de actuaciones que facilitan la agrupación y el cuidado de los rebaños: vallados y cercados, mejora en accesos, mejoras en puertos (puntos de agua), etc. Teniendo en cuenta que los puertos en los que se han producido los avistamientos serán en fechas próximas ocupados por rebaños de ovejas en régimen extensivo, la comunicación y colaboración con los ganaderos resulta también trascendental.

Noticia en Heraldo de Aragón

viernes, 5 de junio de 2015

Ataque de un oso a un hombre en Cantabria

Un joven cántabro, vecino de Villaescusa (Campoo de Enmedio), sufre heridas en el brazo tras ser atacado por un plantígrado cuando paseaba por el bosque de El Bardal.

En declaraciones desde la cama del Hospital Valdecilla donde está ingresado para curar las heridas que le causó el animal, Eduardo V.D., explica que subía por el bosque viendo y fotografiando plantas y animales y haciendo ruido con la hojarasca que tenía bajo sus pies, porque, como en alguna ocasión ha comentado con sus amigos, pensaba que eso puede alertar a animales salvajes que se encuentren en su camino.

Sin embargo, esa "prevención" no le dio ayer resultado, ya que en un momento del camino oyó un rugido a un lado de su cuerpo y un instante después un oso estaba mordiéndole el brazo. Este joven, que tiene 35 años y es vecino de Reinosa, no recuerda mucho más de ese momento, solo que tras moderle, el animal le lanzó un zarpazo y se fue corriendo del lugar.