El último oso autóctono del Pirineo, Camille (al que el equipo de seguimiento francés había rebautizado como Aspe Ouest), ha dejado de dar señales de vida. Desde el pasado 5 de febrero, cuando una cámara del Gobierno de Aragón lo fotografió caminando sobre la nieve junto a un bosque de la Jacetania, no se han vuelto a localizar huellas ni indicios del animal, el más veterano de la cordillera pirenaica. Leer el Artículo completo en EL PERIÓDICO / Barcelona
- Los equipos de seguimiento no han encontrado huellas de 'Camille' desde febrero
- Ecologistas piden al Gobierno español que libere una hembra entre Huesca y Navarra
Desde febrero, indica el FIEP, ninguno de los rastros, ataques a ganado y fotografías automáticas registrados en la región occidental del Pirineo son atribuibles a Camille, por lo que «se puede concluir que el oso ya no está presente en la zona». Sí se han hallado indicios evidentes de la presencia de Nere y de Canellito, los otros dos osos que, junto al ahora desaparecido, frecuentaban las montañas del Roncal (Navarra) y Hecho y Ansó (Huesca).
GEN PIRENAICO / Asociaciones ecologistas recuerdan que con la muerte de este ejemplar, desaparece también el último oso de cepa autóctona del Pirineo. El gen pirenaico tan solo pervive ahora en Canellito, un ejemplar mixto, hijo de un oso de origen esloveno y de la extinta Canelle, muerta el 1 de noviembre del 2004 por el disparo de un cazador en Francia.
Pese a que el Gobierno de Navarra insiste en que aún es temprano para dar a Camille por fallecido, el FIEP y otras entidades conservacionistas han aprovechado el momento para reclamar a las autoridades españolas, que, igual que ha prometido hacer el Ejecutivo francés, pongan en marcha un plan para liberar al menos una osa hembra en la zona donde solía habitar el plantígrado desaparecido. Según anunció el pasado septiembre la secretaria de Estado de Ecología , Chantal Jouanno, Francia reintroducirá un nuevo ejemplar en la región del Béarn en la primavera del 2011.
SIN ATAQUES EN CATALUNYA / Mientras tanto, en Catalunya, donde este verano se han localizado cuatro nuevas crías de oso, la campaña estival se ha saldado sin que se registrara ninguna baja entre los rebaños de ovejas reagrupados, tanto en el Vall d'Aran como en el Pallars Sobirà. Unos 35.000 ejemplares de ganado ovino y caprino han participado en la iniciativa, que funciona con éxito desde el 2008 y que consiste en la contratación de pastores para garantizar que los animales puedan pastar sin riesgo en las montañas. El balance definitivo de bajas no se conocerá hasta finales de año.
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