Según Federico Sancho, naturalista y coordinador de la asociación, la creación de cotos vallados en el monte para soltar osos y mantenerlos separados del ganado es un verdadero disparate, porque ni es viable ni serviría realmente para este propósito. La propuesta de ASAJA es oportunista y carece de todo fundamento.
Fondo Natural cuestiona los argumentos del sindicato, a cuyo representante pide más rigor y trabajo serio para ayudar a resolver los problemas reales de la ganadería extensiva en España. No se puede utilizar continuamente al Oso como chivo expiatorio de todos los males de la ganadería, menos aun en el Pirineo central y oriental, donde su presencia es anecdótica y pasa totalmente desapercibida para la mayoría de las explotaciones ganaderas, con las que convive y a las que no causa molestias.
Este modelo de conservación excluyente nació a finales del siglo XIX y comienzos del XX, cuando se empezaron a crear los primeros Parques Nacionales en Norteamérica, pero pronto se demostró en todo el mundo que no era útil para la conservación de las especies y sus hábitats, por lo que las estrategias han ido evolucionando hacia una ordenación-gestión integrada del territorio y de los recursos naturales, haciendo participe y beneficiaria a la población local, creando una red amplia de espacios naturales interconectados, en los que se mantiene y potencian las distintas actividades económicas, culturales, etc en su mayor parte compatibles y vinculadas con la conservación y puesta en valor del patrimonio natural.
Fondo Natural defiende la conservación de la biodiversidad, la presencia del oso pardo en el Pirineo, y la coexistencia y potenciación de la ganadería extensiva en las zonas de montaña, como pieza angular de un desarrollo rural sostenible basado en la calidad y el empleo vinculado al mantenimiento del paisaje, su restauración y el aprovechamiento de los recursos.
En relación al reciente ataque de la osa Saroux a una oveja en la zona de Gabás (Benasque), hay que recordar que se trata de un ejemplar perfectamente adaptado a este entorno, que se alimenta básicamente de hierba, frutas, carroña y hormigas, como la mayoría de los osos, que convive y frecuenta los mismos pastos que ovejas y vacas desde hace tiempo, sin ninguna interferencia, pasando totalmente desapercibida para los paisanos y ganaderos. Los hechos desmienten la afirmación de que el oso esté “acechando todos los días al rebaño de ovejas” y mucho menos que cause “estrés permanente en el rebaño y en el ganadero”.
En cuanto a la denuncia del ganadero Agustín Mora, vecino de Castejón de Sos, que un día encontró cinco de sus vacas despeñadas, con huellas de oso en las inmediaciones, Fondo Natural recuerda que este tipo de accidentes suceden en cualquier explotación ganadera, y no se puede pedir al departamento de medio ambiente y a los especialistas que falseen pruebas para que el interesado cobre indemnizaciones, porque no es justo y crearía un grave precedente tras años de trabajo serio para evitar la picaresca.
Por la experiencia acumulada en los últimos 30 años en el Pirineo y en otras zonas oseras de la cordillera Cantábrica, en Italia y en otros paises, sabemos que los ataques del oso pardo se centran casi exclusivamente en el ganado ovino, sobre todo en los periodos inmediatamente anterior y posterior a su invernada, aunque existen grandes diferencias de comportamiento alimenticio entre unos individuos y otros. La osa Saraux, liberada en Francia en el año procedente de Eslovenia, es una animal ejemplar que podriamos calificar de “amiga del ganadero”, mientras que en el Pirineo Occidental, el oso autóctono causa un numero importante de bajas en los rebaños de ovejas, aunque muy variable de unos años a otros.
Estas diferencias de comportamiento pueden deberse a características y preferencias individuales, o bien a la abundancia relativa de determinados recursos en el monte. Por otra parte, se puede dificultar los ataques al ganado con determinadas prácticas tradicionales, como el acompañamiento de mastines, recogiendo los rebaños a diario en sus rediles, o a través de una red de seguimiento, como es el caso de Aragón, que permite avisar a los ganaderos cuando un oso se encuentra próximo, para que no descuiden al rebaño en zonas con más riesgo, o desplazando la realización de batidas de caza en los lugares donde se encuentra el oso.
Por último, la asociación cuestiona la legitimidad de la autodenominada “Plataforma de Ganaderos Afectados” o “Asociación de Ganaderos contra el Oso en Pirineos”, abanderada por un ganadero de la localidad de Broto, al sur del Valle de Ordesa. Dicha Plataforma no existe como tal y su supuesto portavoz no representa los intereses ni las opiniones de la mayoría de los ganaderos del Pirineo, ni siquiera de su entorno más próximo. Hay que recordar que el último oso de Ordesa fué abatido hace medio siglo, siendo probablemente la zona más remota y dificil de colonizar por el Oso Pardo en todo el Pirineo, por lo que recomienda al ganadero que deje de lanzar mensajes alarmistas e infundados.
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