miércoles, 4 de agosto de 2010

Conservar osos pardos es posible


Por su interés informativo reproducimos integro el artículo publicado recientemente en el diario La Voz de Asturias, con una entrevista al experto navarro Miguel Elosegui.   Ir a la edición original

Pirineos mira a AsturiasMiguel Elosegui mira a la Cordillera Cantábrica donde el apoyo de los vecinos facilitó su supervivencia

02/08/2010 JAVIER G. CASO - Con una población osera autóctona casi extinguida desde el punto de vista biológico-- no quedan más que dos ejemplares machos-- a los que hay que unir otros veinte reintroducidos en la vertiente francesa, procedentes de Eslovenia, la conservación del oso pardo pasa por una situación muy difícil en Pirineos.
 Así lo advierte el biólogo Miguel Mari Elosegi, autor de El oso pardo en los Pirineos, una monografía publicada por la editorial Lynx, con apoyo de la Obra Social de Caixa Catalunya y FAPAS. El libro permite una visión completa respecto a la vida y la conservación de esta emblemática especie en su hábitat pirenaico e incluye a su vez referencias a la presencia del oso en la cultura popular de las regiones pirenaicas.
A la pregunta de por qué se extingue el osor pardo en los Pirineos, Migel Mari Elosegi lo explica en su libro de forma tajante. Por la presión humana. Y entre los factores que explican su regresión ininterrumpida, el autor asegura que son varios. Y cita el pastoreo, la caza, la explotación forestal o la alteración del medio natural. Migel Mari Elosegi añade que si todavía quedan osos en aquellas montañas es porque no se han podido exterminar todos y añade que en los Pirineos sufrieron una "implacable persecución que duró casi hasta la actualidad".

Pese a esta situación, Elosegui también asegura en su libro que conservar osos es posible y por eso este biólogo y técnico forestal mira hacia la Cordillera Cantábrica, principal hábitat osero de la Península Ibérica, donde hay entre 130 y 150 ejemplares repartidos en dos poblaciones.
A diferencia de lo que pasa en los Pirineos, Elosegi explica que en la Cordillera Cantábrica, el oso pardo "está más aceptado socialmente". Y alude al papel jugado a lo largo de los últimos años por instituciones como el FAPAS o la Fundación Oso Pardo a fin de concienciar a la población local y evitar los problemas que aún persisten en algunas zonas de los Pirineos.

Según Elosegi, ambas entidades "han hecho de puente entre la población rural y la administración". Y añade que eso "ha permitido crear empleo" vinculado a la conservación del oso pardo y un mejor clima social en torno a los plantígrados. La población rural, añadió, "se dio cuenta de que conservar una especie trae beneficios y también crea empleo". Por otra parte, este experto en osos no deja de subrayar la labor de concienciación social conseguida de la mano de las osas Paca y Tola .

Y eso aún no se percibe entre las gentes del Pirineo. "No ven la parte buena del oso", explica Migel Elosegi. "Sorprende como se comporta una y otra sociedad", indicó el autor de la monografía sobre los osos pirenaicos. En medio de esa situación, Elosegi alude a la reintroducción de osos en la vertiente francesa de los Pirineos procedentes de Eslovenia, lo que evitó la extinción de la especie. "La reintroducción demuestra que el hábitat es bueno, pero genera conflictividad social". Y es que, según este especialista, "traer muchos más osos crearía una guerra sino se trabaja en acuerdo con la población".

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