La osezna «Lara», de 15 meses, es el último caso de una larga lista de muertes e incidentes con plantígrados en Asturias
Oviedo, R. L. M. / P. R. - El caso de la osezna que apareció malherida en Muniellos no es el primero que tiñe de negro la lucha por la conservación y la recuperación del oso pardo en la cordillera Cantábrica y en Asturias. Así, fue en 1989 cuando se supo que «Paca» y «Tola», las osas más famosas de Asturias, se habían quedado huérfanas cuando un cazador furtivo mató a su madre a balazos en un monte de Cangas del Narcea. Las dos hermanas se quedaron sin madre, y tras ser recogidas comenzaron un largo periplo que terminó con una vida en cautividad en el cercado de Santo Adriano. Leer la noticia completa en La Nueva España
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