Los osos del Pirineo comienzan a dejarse ver en Midi-Pyrénées

La llegada de la primavera supone el final del periodo de hibernación de los osos y las primeras posibilidades de avistamiento de estos animales que se encuentran en peligro de extinción. Y eso es lo que ha sucedido este pasado mes de marzo en el departamento francés de Midi-Pyrénées, donde ha habido dos avistamientos en menos de diez días. El más reciente se estima que corresponde a la osa Bambou y uno de sus oseznos.
Huellas encontradas en los montes de Ariege.
FOTO:  Laurent Lafforgue/ association Regard'isard
La Asociación Pays de l'Ours – Adet considera estos avistamientos unas “excelentes” noticias, especialmente en el caso de Bambou y su osezno, ya que supone que “ambos han superado el invierno, se encuentran en buen estado de salud y están totalmente adaptados al territorio pirenaico”.
El primer avistamiento tuvo lugar el 6 de marzo en los montes de Ariège, cuando Laurent Lafforgue, de la asociación “Regard'isard” estaba dando un paseo. Solo se encontraron las huellas de un plantígrado, pero según el relato de Lafforgue, “las huellas eran claras –tal y como se puede apreciar en la foto- e iban primero en un sentido para regresar, posteriormente”. Lo raro del caso es que el hallazgo se produjo a una altura considerable y por las huellas el animal se encontraba buscando alimento, ya que el área estaba cubierta de nieve.
El segundo avistamiento se produjo el 15 de marzo, en Boutx, comuna del distrito de Saint Gaudens en el Alto Garona (Midi-Pyrènèes), y está confirmado por el Equipo de Seguimiento del Osos que ha encontrado indicios de esta presencia en la zona del avistamiento. Los primeros testimonios apuntaban a uno oso adulto y un osezno, y los expertos estiman que puede ser Bambou con uno de los oseznos que tuvo a principios de 2010 en el valle de Arán.
Cabe recordar que esta joven osa tiene 4 años y es hija de Hvala, que llegó al Pirineo embarazada de un ejemplar esloveno. A pesar de su corta edad, Bambou engendró el pasado año dos oseznos en el valle de Arán y, según los últimos datos del Laboratorio de Grenoble, es fruto de su cruce con el veterano Pyros.
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