El cazador que mató a Cannelle, la última osa autóctona que quedaba viva en el Pirineo, deberá indemnizar a diversas asociaciones de protección de la naturaleza francesas con 10.000 euros. La osa, de unos 15 años de edad, fue abatida a tiros durante una cacería de jabalíes muy cerca de la salida del túnel de Somport, y habitualmente deambulaba entre los valles de Aspe y de Ossau.
René Marquèze, que tenía 61 años en el momento de los hechos, ha sido definitivamente condenado por la Corte de Casación francesa, después de que fuera inexplicablemente absuelto en 2008 por el Tribunal Correccional de Pau del cargo de destrucción de una especie protegida, al haberle aplicado el eximente de legítima defensa.
Sin embargo, las asociaciones ecologistas, parte civil del proceso, apelaron y reclamaron daños e intereses, pues los cazadores sabían que podían encontrarse a la osa Cannelle y su osezno en el lugar del sector donde se desarrollaba la batida, pero decidieron mantenerla en lugar de evitar la confrontación con el plantígrado.
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