domingo, 18 de septiembre de 2011

El MARM estudia la viabilidad de la cría en cautividad de oso pardo

El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), junto con las comunidades autónomas de Castilla y León y Asturias, estudia la viabilidad y los beneficios de una experiencia de cría de osos pardos en cautividad con fines de reforzamiento de las poblaciones silvestres o para crear y mantener preventivamente un núcleo de plantígrados en condiciones de semi-libertad. Esta es una de las principales medidas que establece la Estrategia para la Conservación del Oso Pardo, publicada por el MARM junto con las del urogallo y el visón europeo, entre otras, y que pretenden promover e impulsar las acciones necesarias entre todas las administraciones y organizaciones implicadas para eliminar el peligro de extinción al que se enfrentan. Estas estrategias constituyen, además, el marco orientativo de los planes de recuperación y conservación que han de aprobar las comunidades autónomas para las especies consideradas en peligro de extinción, aspecto en el que Castilla y León tiene aprobada una cuarta parte de los planes, según denunció el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE).
En todo caso y en relación con esta primera iniciativa incluida en el documento para la conservación del plantígrado cantábrico, se elaborará un protocolo de cría en cautividad a través del que se coordinen las actuaciones necesarias, así como los investigadores, gestores y centros implicados. Especial relevancia tiene la población osera oriental cantábrica, que contará con un plan de medidas específico para contribuir a restablecer las deterioradas condiciones demográficas y genéticas que garanticen su viabilidad.
Igualmente, la estrategia pide delimitar con precisión el corredor entre las dos poblaciones de osos cantábricos, en sus vertientes asturiana y leonesa, e identificar los elementos que puedan actuar como barrera o dificultar la dispersión de ejemplares en el corredor interpoblacional, así como en otras vías inventariadas en catálogos oficiales. El objetivo final es garantizar la conectividad entre zonas oseras, dado que desde las primeras décadas de este siglo los osos pardos se distribuyen en la Cordillera Cantábrica en dos poblaciones que posiblemente están incomunicadas, hecho que se confirma en estudios genéticos: población occidental y población oriental.
La primera de ellas se extiende por Asturias, Castilla y León y Galicia, desde los Ancares de Lugo, por el oeste, hasta el Puerto de Pajares, por el este. Abarca unos 2.600 kilómetros cuadrados, sobre todo en el Principado, con cerca del 70 por ciento de la superficie. Por su parte, la población oriental se extiende por unos 2.480 kilómetros cuadrados, desde Campoo de Suso (Cantabria), al este, hasta el Puerto de Vegarada (Asturias) por el oeste. Afecta a Castilla y León, Cantabria y Asturias, pero en torno al 85 por ciento de la superficie ocupada pertenece a la Comunidad castellana y leonesa.
Leer la noticia completa en el diario El Mundo

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