La FOP rechaza la prohibición de las cacerias pero exige cambios de calado en la práctica cinegética en zonas oseras, tal y como que venimos planteando en las mesas de trabajo con la administración, en concreto con la castellano y leonesa en los últimos dos años. La FOP considera ineludible que el compromiso de los cazadores en zonas oseras sea firme y formal, es decir, que cada cazador participante reconozca por escrito que es conocedor de las buenas prácticas a seguir en un área con presencia de osos, y se atenga a las consecuencias de no cumplirlo. La FOP comenzará las gestiones de forma inmediata y las extenderá a las administraciones del ámbito pirenaico, así como a mesas de trabajo con la Real Federación Española de Caza para mejorar la formación y la sensibilización de los cazadores.
Por otra parte y en relación a las peticiones de prohibición de la caza en zonas oseras, FOP considera que no es un escenario realista debido a la extensa área, de miles de km2, por la que se distribuye la especie actualmente.
También subraya que uno de los motores fundamentales de la recuperación del oso pardo cantábrico ha sido el diálogo permanente y el acuerdo con los habitantes del territorio; con todos los sectores que integran el medio rural, entre ellos el de la caza. Esta es una realidad incontestable que es reconocida internacionalmente como un éxito de conservación, y que requiere por parte del conjunto de la sociedad una respuesta alejada de argumentos polarizados.
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